jueves, 22 de enero de 2009

HOLA DE NUEVO

Tras el parón navideño, que he aprovechado para reactivarme socialmente, he tenido el impulso de volver a desenfundar el teclado, y tocarlo otra vez (sin que ningún Humphrey se haya dignado a pedírmelo). Así que aquí estoy, con ganas de seguir con mi particular terapia de desahogo.
Esto de los blogs es una mezcla de vuayerismo-exhibicionismo espiritual, que gracias a las nuevas tecnologías, está al alcance de nuestras manos, sin tener que renunciar al anonimato.
En un anterior post creo que ya comenté que antes de escribir en el blog, ya usaba la palabra como válvula de escape, amontonaba letras en papeles que luego amontonaba en algún cajón. Poemas, relatos cortos, novelas malformadas, etc... posteriormente di el (valiente) paso de socializar (en alguna medida), mis versos en foros... aunque me aburrí rápidamente(otra de las características que me conforman es mi tendencia a cansarme de todo). En los foros la gente escribe y comenta lo que cuelgan los demás, por ello creo que las críticas sulen ser tan edulcoradas, y a mí me gusta que me den caña en ese sentido (y en el fondo creo q tb en algún otro), así que deserté, pq mi narcisismo no es estúpido, y sabe de mis limitaciones y de mis zonas erróneas. Vendría a ser un narcisismo provisto de un poso de conciencia.
En fin, que como hace tiempo que no cuelgo un poema, aprovecho éste, mi vertedero privado, para crucificar alguno.
Te debo una canción sin melodía
y el poema que nunca escribiré,
te debo el aroma y las espinas
y el polvo en las solapas del ayer.
Te debo los besos que me fiaste,
las ojeras que acechan mi sonrisa,
mi pobre corazón y su desastre
con esos latidos que desafinan.
Te debo una ronda de desencantos,
Y aquel viaje a “Nunca Jamás”,
la mano que perdí en nuestro Lepanto
y la guerra que no supe librar.
Te debo una mirada en el andén,
un pañuelo desde la ventanilla,
las ganas de no volverte a ver,
y la esperanza de hallarte algún día.
Otro más,que me estoy animando...
Calles por las que no he de volver a andar,
Pasillos de hotel que cruzan mi memoria,
Ríos sin agua que se olvidan del mar
Y dos corazones henchidos de escoria.
Nunca quise esta guerra sin cuartel,
Estas manchas de abandono en la camisa,
Este polvo en las solapas del ayer
Ni este frío descorchando mi sonrisa.
Trenes que quise perder por no perderte,
Como soledades de “quita y pon”,
Un trago de tristeza con aguardiente,
y horas que se suceden si “ton ni son”
El beso que encajaba en mi boca,
El tacto preciso de mano cercana
La medida justa de todas mis cosas,
La mujer que amé sin saber que la amaba.
De mis labios, su sonrisa disidente,
En la yema de sus dedos mis mañanas;
Los sueños que apretamos entre los dientes
y desgarraron los colmillos del alba.
Joder...ahora que me releo, me doy cuenta de lo deprimente que resulto la mayoría de las veces, y en persona os aseguro que no lo parezco tanto... Creo que debería cambiar de registro (tema al que voy a dedicar un próximo post).

3 comentarios:

alas dijo...

me alegra verte de nuevo por estos barrios virtuales!!

son muy bonitos, lo deprimente (como tú los calificas) puede ser más bello que la alegría...

un beso

Amelie dijo...

Hola,pués yo diría que de deprimente nada de nada,sentimientos puros al 100%;me encantaron tus poemas.

Por cierto,gracias por pasarté por mi blog y animarmé,pués eso siempre ayuda a escribir más.

Y,si,estoy de acuerdo contigo,en eso de que los blog son una especie de "autoayuda".Aunque,yo diría, que también son una especie de "autocontrol"...(tendré que reflexionar sobre esto,y escribir un post sobre este tema).

Saludos de ANGELICA BLACK.

Lastienditas dijo...

No creo que tus versos sean deprimentes.
Contenta de volverte a leer!